miércoles, 4 de mayo de 2011

Une obra a personajes del México prehispánico y contemporáneo


Presentan recorrido dramatizado en el que se difunden baluartes poco conocidos, el Museo Diego Rivera Anahuacalli.
México, DF. Con la interpretación de personajes del México prehispánico y del contemporáneo que exaltaron la riqueza histórica de este país, la víspera se realizó el recorrido dramatizado “Mitos e historias de la Casa del agua. Diego Rivera en el Anahucalli”, en el sur de esta ciudad.
Dirigida por Óscar Ulises Cancino, el proyecto tiene como objetivo difundir los baluartes representados en haciendas y otros lugares que forman parte de los espacios de difusión de la cultura y que son poco conocidos, como el Museo Diego Rivera Anahuacalli, recinto en el que se llevó a cabo este recorrido.
Escenificada por actores de la Compañía de Teatro Clásico Juana de Asbaje, la historia que ayer ofreció una función especial se plantea de forma ecléctica, simulando la construcción del museo.
De esta forma, “no se ve a Rivera como el muralista, sino en su faceta de coleccionista; a ese Diego (1886-1957) que se enamora de esta parte del pasado prehispánico, de recuperar una raíz fundamental, del sincretismo del mexicano”, explicó Cancino.
Es por ello que en esta obra confluyen diversos personajes históricos, como la diosa Coatlicue, un tlaloque, el fotógrafo de cine Gabriel Figueroa (1907-1997), una modelo indígena, creación del famoso pintor y un guitarrista que enfatiza los distintos ambientes del recinto.
Así, el viaje inicia por los entornos del inframundo, en donde reina Mictlán, para llegar a los cuatro soles (tigre, viento, agua y fuego), que conforman la creación del universo. En este mismo ambiente se da un panorama del periodo Preclásico de las culturas mexicanas, en el que predominaron las culturas olmeca y teotihuacana.
El recorrido continúa en el supramundo, donde yace el estudio de Diego Rivera, y concluye en el mirador. Es así como en el Anahucalli se conjugan la triada que va de la oscuridad a la luz, y que representa al universo mismo, de las entrañas de la tierra al plano terrestre que culmina en el aire.
De ahí la importancia de este recinto, inaugurado en 1964, que fue ideado por Diego Rivera a semejanza de un Teocalli. Para su construcción se aprovecharon los recursos naturales propios de la zona, como la piedra volcánica, producto del Xitle, lo que lo convierte en un museo único en el mundo.
El acervo de este recinto se constituye con alrededor de 50 mil piezas que alguna vez coleccionó el muralista mexicano, preocupado por la poca apreciación que se tenía del indio vivo, por la influencia que se tenía de otros países, como Francia y Estados Unidos, a principios del siglo XX.
Al respecto, el historiador Alfredo Hernández Murillo manifestó que “con la Revolución mexicana todo empieza a cambiar, porque por primera vez surge la valoración del indio vivo y de su cultura, eso es lo que representa Diego Rivera en este coleccionismo”.
Y es que tal es la estimación del muralista por las piezas históricas que “no sólo tuvo interés en juntar lo que las antiguas culturas produjeron, de alguna manera para él es igual las obras de los mayas, teotihuacanos en su época, que los trabajos que hicieron las culturas nahuas, otomíes o del sureste de México en el siglo XX”, recalcó.
Aclaró también que eso es mucho de lo que ellos hacen a través de la combinación de personajes del universo prehispánico y contemporáneo. “Esto es lo que Rivera intenta hacer, su obra en Palacio Nacional esta plasmada con la intención de que se reconozca a las culturas indígenas de su época, esta es otra de las intenciones de esta puesta”, dijo Hernández.
“Mitos e historias de la Casa del agua. Diego Rivera en el Anahucalli”, se presentará dos domingos de cada mes, del 8 de mayo hasta el 18 de diciembre.




No hay comentarios:

Publicar un comentario